Al conquistar tu deliciosa ternura
surge en los rincones secretos de mi vida
la voz de tu sexo que me llama
y me seduce ir a tu abrigado nido,
repliegue de tu piel.
Es esa voz de tu cuerpo que me atrae
sediento hacia el flujo de tu sexo
con aromas de placeres y gozos.
Me hundo en tu abismo vaginal
de donde no podré salir por tus candencias
que me arrastran por el torrente
infinito de tus seducciones.
